Las duchas modernas poseen tecnología que permite controlar el paso del agua. Archivo/ ÚN
El uso de agua para el aseo diario del ser humano, para la limpieza de platos o elaboración de comida es imprescindible. Al ser un recurso irremplazable es importante crear conciencia sobre su cuidado y uso responsable.
Para estar en sintonía con las necesidades del planeta es importante que los equipamientos de la casa que proveen de agua, como las griferías, duchas y sanitarios, cuenten con tecnología que sea amigable con el ambiente y que permita la creación de espacios sostenibles dentro del hogar.
Griferías
El lavado de dientes, manos o cara es una práctica frecuente que se realiza varias veces al día para garantizar la salud y bienestar del cuerpo. Según Briggs, durante estas actividades, en las que aproximadamente el grifo permanece abierto durante cinco minutos, se puede llegar a consumir hasta 42 litros al día, tomando en cuenta que la grifería utilizada cumpla con la norma de consumo de 8,32 litros por minuto, implementado desde el 2007.
De acuerdo con Michelle Pérez, coordinadora de producto de Edesa, en el caso de que el usuario sea más consciente del desperdicio de agua y realice las mismas actividades, durante el mismo tiempo, pero con la llave de agua cerrada mientras no la necesita, el consumo del líquido vital se reduciría a 15 litros durante los mismos cinco minutos.
En el caso de la cocina, en ocasiones se acostumbra a descongelar los alimentos crudos bajo un chorro de agua. Esto puede ocasionar un gran desperdicio de agua ya que no es necesario que el agua se renueve constantemente para descongelarlos, indica.
Otra práctica inadecuada se da durante el lavado de platos. Mantener la llave abierta mientras se jabonan los trastes genera un gran consumo de agua, que se podría ahorrar si se organiza de mejor manera esta tarea, dice Pérez. Se estima que una persona puede llegar a consumir al día hasta 100 litros de agua durante la limpieza de la vajilla a mano.
Regaderas
Aunque tomar baños de largo tiempo puede resultar muy reparadores y relajantes, es importante tomar en cuenta la cantidad de litros por minuto que se consumen durante esta actividad. Según Edesa y Briggs, una regadera consume 1,13 litros por minuto más que una grifería, es decir 9,45 litros por minuto. Considerando que una persona promedio se ducha 15 minutos al día en total consumiría 142 litros en esa actividad.
Además, existe la costumbre de abrir la ducha, esperar varios minutos hasta que el agua alcance la temperatura deseada y, mientras esto sucede, realizar otras actividades.
Nuevas tecnologías en ahorro de agua como alternativa
Pérez señala que el mercado cuenta con griferías modernas que integran tecnologías de ahorro de agua como los aireadores, que permiten mantener un chorro de agua uniforme y evitar salpicaduras para conseguir un consumo más eficiente.
La experta comenta que también existen griferías con mecanismos sensorizados, que detectan si las manos están bajo la grifería para expedir el líquido. Una vez que el sensor detecta que las manos han sido movidas del pico, corta la salida de agua de inmediato. Este tipo de griferías son ideales para sitios de alto tráfico como hoteles, centros comerciales, aeropuertos, restaurantes.
De acuerdo con los expertos las griferías sensorizadas son una excelente opción para el ahorro de agua, pues el consumo llega a 6,42 litros por minuto, presentando una diferencia de 1,9 litros versus las griferías tradicionales. Esto resulta en un ahorro del 22% de agua.
En lo que respecta a duchas y bañeras, Pérez indica que en el mercado existen duchas termostáticas que ayudan a fijar la temperatura del agua, pero estos artefactos son utilizados generalmente en hoteles y hospitales. En espacios domésticos se recomienda el uso de duchas ecológicas, que cuentan con un sistema de luces tipo semáforo. Cambia de color dependiendo del uso del agua. Por ejemplo, pasados los 15 minutos de haber sido encendida la luz se torna color rojo.
Un ahorro de agua cotidiano
El mantenimiento de las griferías es indispensable para evitar que las partes de la pieza se desgasten prematuramente y generen desperdicio de agua. La revisión mensual de las manijas es una de las recomendaciones a seguir, pues si estas presentan dureza al abrir y cerrar la llave hay que limpiar el vástago de posibles impurezas, que evitan el libre movimiento de la manija y con el tiempo la desgastan, generando pequeñas fugas de agua. Esto también aplica para las duchas y regaderas.
“Considerando que una gota de agua es igual a ¼ de mililitro, si se presenta una fuga de agua, lo que se desperdicia son 30 gotas por minuto. En un día completo serían 43 200 gotas, cuya equivalencia en litros es 10,8. Si se mensualiza esa cantidad, se estarían desperdiciando 324 litros”.
Si no existe un buen cuidado de la grifería o ducha, añade, existe el riesgo de que el goteo se incremente hasta llegar a 120 gotas por minuto, el equivalente a 1296 litros mensuales de desperdicio.
Cuando hay malas prácticas se puede ahorrar agua con pequeños cambios como utilizar un recipiente o vaso durante el lavado de dientes.
En la ducha, utilizar una alarma para no excederse en el tiempo de esta actividad contribuirá con el uso consciente de ese recurso natural.