Un centro construido con técnica ancestral
En la construcción se utilizaron ladrillos que luego se pulieron.
Sobre un espacio de 200 metros cuadrados, en un cerro de Calpi, se construye un novedoso centro de llamaterapia. La edificación acogerá a niños y a jóvenes con discapacidad, y forma parte de una nueva modalidad de turismo inclusivo.
La llamaterapia consiste en relacionar a las personas con discapacidad con los camélidos andinos. La idea es que los visitantes puedan tocarlos, tomarles fotos, pasearlos e incluso montarlos, funciona como una terapia psicológica que les permitirá mejorar sus relaciones interpersonales.
La construcción está en el ingreso a la comunidad Palacio Real, donde las llamas y alpacas inspiraron un proyecto de turismo comunitario que funciona desde hace más de 10 años. Allí también hay otros edificios inspirados en la historia de las llamas.
Todos tienen una similitud, están construidos con técnicas andinas y tienen en sus fachadas detalles decorativos relacionados con la cosmovisión indígena. En el centro de llamaterapia -que funcionará en el 2019- las ventanas que tienen forma piramidal son la característica más distintiva.
“Esas ventanas aparecen en las construcciones del período incaico y están arraigadas también en esta zona”, cuenta Pierrick Van Dorpe, promotor del proyecto.
Según investigadores de la escuela de arquitectura andina de Jatun Yachay Wasi, esa figura está relacionada con la forma de ver a una deidad.
La construcción tiene en el centro un espacio circular donde permanecerán las llamas, mientras que a los costados hay una cafetería, un aula para títeres y otra para actividades múltiples. Toda la comunidad participó en una minga para construir el nuevo centro, usaron ladrillos que luego se pulieron y lacaron para lograr un acabado rústico.
Los cimientos y la estructura del techo tienen caña guadúa tratada y lacada. Mientras que la cubierta tiene planchas de concreto prefabricadas.