La división entre la sala y el comedor es la más usada. Fotos: cortesías Ecuapanel y CNC Panel.
Diferenciar ambientes interiores y mantenerlos integrados entre sí, al mismo tiempo, sí es posible. Entre las opciones están los divisores de estancias de diferentes materiales y estilos, que se ubican en el área social de la casa o en el área íntima.
Se los coloca independientemente del tamaño de la estancia. Las aplicaciones más comunes son para dividir la sala y el comedor, en el caso del área social, o para diferenciar el dormitorio de un área que está en la misma habitación como el estudio.
También se aplican cuando los hermanos de la familia comparten habitación y necesitan un cierto nivel de privacidad en el espacio.
Este tipo de separadores permiten dividir dos áreas e independizar una de la otra, explica la arquitecta Carolina Zambrano. Pero, al mismo tiempo, permiten el paso de luz y ventilación entre las dos estancias de la casa.
Por ese motivo, los separadores de ambientes se convierten en la mejor opción, ya que otorgan privacidad, pese a que se pueda ver del otro lado, indica Zambrano.
Los separadores funcionan en escaleras y accesos.
Lo contrario sucede al colocar una pared en un ambiente. Además, disminuiría el espacio y reduciría la circulación fluida entre un área y otra, añade la arquitecta.
Los divisores de tipo calado, hechos con MDF, son una de las alternativas. Se trata de un panel con una serie de perforaciones que traspasan de un lado a otro, permitiendo que los dos ambientes divididos de la casa tengan la misma cantidad de luz.
En ciudades cálidas del país, donde se cuenta con aire acondicionado, este tipo de divisores permiten que ese aire no se quede en un solo espacio y circule equitativamente, explica Germán Loroña, gerente de CNC Panel.
A nivel decorativo, los paneles tipo calado tienen su efecto. En el MDF se pueden plasmar modelos de estilo tradicional, que Loroña recomienda para espacios con muebles clásicos, tallados y de formas curvas.
Los paneles contemporáneos se acoplan a espacios interiores en los que se mezclan formas rectas y curvas, mientras que los paneles modernos se diseñan con figuras geométricas, formas abstractas y cortes en ángulos de 90 grados, ideales para combinar con decoraciones minimalistas.
El color de las divisiones se combina con los muebles.
Las planchas de MDF tienen grosores que van desde seis hasta 30 milímetros, indica Germán Loroña. En estas se plasma el diseño adecuado para el estilo interior de la vivienda, se le da un acabado y un color como el maderado, silver, champagne o dorado.
El resultado final puede ser un separador fijo o uno móvil. Los primeros son una tendencia más universal, asegura Logroño, por su acabado, que consiste en la instalación de herrajes metálicos en el tumbado y el piso, donde se sostiene el panel.
Con esto se consigue una apariencia flotante más estética, ya que los paneles se separan unos dos centímetros del piso y del techo por el uso de los herrajes.
Otra opción son los paneles móviles, también conocidos como mamparas. Estos cuentan con un marco hecho con tirillas de madera y se pueden cambiar de posición, según las necesidades.
Así como los diseños y la ubicación, los materiales también varían. Otra opción de separadores se realizan con metal, específicamente de tool o acero negro.
Los paneles arquitectónicos de metal se aplican en zonas internas y externas.
Lady Ulloa, representante de Ecuapanel, indica que se trata de paneles arquitectónicos, ideales para complementar, por un lado, las funciones de los ambientes de la casa y, por otro, la decoración.
Por tratarse de elementos metálicos se consigue una larga duración. Los paneles no requieren ningún tipo de mantenimiento y, al igual que los de MDF, pueden instalarse de forma fija o móvil, pero a diferencia de los primeros, estos también se pueden aplicar en exteriores.
El diseño de los paneles arquitectónicos de metal también se acopla a diferentes estilos. Ulloa y su equipo hacen un estudio previo del espacio para luego seleccionar el diseño ideal, ya sea geométrico, abstracto u orgánico, dependiendo de si el área se apega más a lo lineal o a lo vintage.