La pieza principal es un graderío, que cumple con las funciones de comedor, espacio para eventos y bodega de almacenamiento. Fotos: JAG STUDIO
La torre 4 del edificio corporativo Ekopark, ubicado en el norte de la ciudad, cuenta con un espacio para comedor, cuyo diseño arquitectónico se destaca por su funcionalidad, estética y sostenibilidad.
Rama Estudio lideró ese proyecto que, por su ubicación, está condicionado por varios factores.
La torre posee certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), la cual genera una serie de exigencias a nivel constructivo, energético y de equipamiento.
El local tiene 290 metros cuadrados, de los cuales el 70% está en el subsuelo, por lo que existe poca iluminación y ventilación natural.
La pieza principal de ese espacio es un graderío, que cumple las funciones de comedor, de espacio para eventos y bodega de almacenamiento.
Carla Chávez, Felipe Donoso y Carolina Rodas, arquitectos de Rama Estudio, explican que ese elemento, además de ser funcional, proporciona una nueva percepción del espacio, generando diversos ambientes diferenciados en el área.
Todo el mobiliario, fuera del graderío, son piezas independientes y fácilmente desplazables, indican. Se lo diseñó así con la intención de flexibilizar y optimizar el espacio al máximo, dando cabida a eventos como teatro, música en vivo, conferencias, espectáculos, cine, foros, etc.
Los espacios del comedor se diseñaron para proporcionar un flujo eficiente y cómodo.
El espacio podrá adaptarse a los usuarios del centro corporativo, a eventos empresariales, a actividades académicas de la universidad aledaña, entre otros.
En ese local todo está diseñado para cumplir con la tendencia: reducir la huella de carbono. Para ello se aplicaron varias estrategias, que responden a la certificación LEED y a la filosofía de trabajo de Rama Estudio.
Se eliminaron todos los recubrimientos prescindibles. Eso significa que evitaron la instalación de cielos falsos, no se estucaron ni pintaron las paredes, no se colocó cerámica en los pisos ni revestimientos decorativos falsos en ningún espacio.
Los acabados finales se cumplieron en las paredes y techo con una resina mate transparente en base a agua para sellar las superficies.
En el piso, un 80% del área es hormigón pulido y en las zonas de alto tráfico se colocó resina epóxica, al igual que en toda la zona de posillería y barras. Se lo hizo para facilitar el trabajo de limpieza y desinfección.
También se minimizaron lo materiales. Para el mobiliario se utilizó madera contrachapada y metal negro natural en distintos formatos.
Los sistemas de fabricación son eficientes: optimizan al máximo el uso de los materiales
Todas las instalaciones eléctricas, mecánicas e hidráulicas son vistas y estéticas.
“Todo el diseño de mobiliario fue realizado para reducir al mínimo el desperdicio del material, los tiempos de fabricación y el transporte y movilización de piezas”.
Eso se hizo mediante la fabricación digital de más de 65 paneles de madera contrachapada.
El metal, en cambio, está presente en los muebles, que cumplen las condiciones ergonómicas establecidas.
Las instalaciones están a la vista y fueron diseñadas con fines estéticos y funcionales.
Además, todos los equipos instalados se analizaron para que sean energéticamente eficientes y cumplan con las condiciones LEED.
En ese espacio la naturaleza también está presente. Se colocaron elementos vegetales en las zonas que cuentan con luz natural.