Este lugar fue construido sobre una casa ya existente. Fusiona lo artesanal con lo industrial. Fotos: Cortesía Andrés Villota y El Sindicato Arquitectura
La Casa Parásito nace del cuestionamiento de la situación actual de la arquitectura, la ciudad y la construcción. Sobre todo, como una opción de vivienda de consumo eficiente y responsable.
Este proyecto, de El Sindicato Arquitectura, parte de la reflexión sobre el cambio que el planeta necesita para superar la crisis ambiental. Eso, para los tres arquitectos del estudio, recae en acciones a pequeña escala que aprovechen los recursos existentes y no en soluciones macro que signifiquen grandes inversiones económicas, de recursos naturales y energéticos. Esas ideas se plasman en la Casa Parásito, ubicada en el barrio San Juan, centro de Quito.
¿Por qué casa Parásito? Porque se conecta a una casa existente. Es así que esta casa ‘vive’ de otra sin crearle un problema; es decir, se aprovechan las redes de agua potable, aguas servidas y electricidad. La casa es un objeto mínimo de diseño, enfocado en resolver las necesidades básicas de habitabilidad para una persona o pareja joven sin hijos.
En el altillo se ubica la cama. Igual se aprovecha la vista.
Nicolás Viteri, uno de los arquitectos de El Sindicato Arquitectura, dice que la vivienda es una mezcla de lo artesanal e industrial. Toda la estructura es de madera prefabricada artesanalmente. Los acabados, en cambio, están hechos de materiales industrializados, como los paneles OSB en el interior y paneles metálicos en el techo.
Esa combinación de materialidad también responde a optimizar el tiempo.
El proyecto estuvo listo en dos meses. La construcción se desarrolla en una fachada semitriangular y se conceptualiza desde el espacio óptimo para habitar según la actividad que realiza una persona.
De esta manera se plantea un rectángulo central donde se ejecutan todas las actividades que se hace de pie y desde donde se utilizan o se accede a todos los espacios, como el mesón de la cocina, el baño, la cama, el almacenamiento.
Se utilizaron paneles de OSB para el interior.
Todos estos espacios adjuntos al rectángulo central están ubicados en triángulos y romboides que, aparte de contener la actividad, brindan estabilidad a la estructura.
En cuanto a los ambientes, esta vivienda tiene un baño completo, cocina, cama, área de almacenamiento y área social para actividades de trabajo, alimentación y reuniones.
La fachada es abierta al paisaje urbano y atrás, donde se ubican los espacios privados como el baño, se compone de vidrio esmerilado. Aunque la Casa Parásito se puede construir en terrenos sin construcciones preexistentes, se plantea que la construcción sea sobre terrazas subutilizadas de edificaciones urbanas que tengan una estructura apta a la que se pueda conectar con los servicios.
Una fachada es de vidrio para aprovechar la vista y luz.
Con esta propuesta el estudio quiere aportar a la densificación de la ciudad, es decir lograr que viva más gente sin necesidad de más espacio. Ello con una mínima inversión económica y de recursos.
Este proyecto también se plantea como una solución social, ambiental y económicamente responsable para todos sus habitantes, para la ciudad y su patrimonio.