Demasiados niños están muriendo víctimas de las armas explosivas, y la comunidad internacional debe actuar para proteger y declarar a la población infantil fuera de los ámbitos de la guerra, exhorta una organización especializada en la infancia.
Save the Children documentó en el informe “No a la guerra contra la infancia” el costo devastador que los conflictos armados tienen para los niños, tanto física como psicológicamente, y exhorta ahora a obtener más recursos y un compromiso político para proteger a los niños. La organización lanzó el 16 de este mes en La Haya una campaña internacional con ese fin, bajo el mismo nombre del informe, que tiene como principales protagonistas a Holanda y Gran Bretaña, además de un primer manual sobre el tratamiento de heridas por explosivos.
“El derecho internacional deja en claro que todos tienen la responsabilidad de garantizar que los niños estén protegidos en la guerra. Sin embargo, las armas explosivas siguen matando, mutilando y aterrorizando a miles de niños cada año”, dijo la directora de Save the Children International, la danesa Helle Thorning-Schmidt. “Todas las partes en conflicto, desde los grupos armados hasta los gobiernos, deben hacer más para proteger a los niños y cumplir con este importante principio moral para proteger a los niños”, agregó.
“Estamos pidiendo a los gobiernos que se adhieran a las leyes y normas humanitarias y a las disposiciones de derechos humanos que existen para proteger a los niños. Hemos subestimado el daño causado a los niños por armas explosivas en áreas urbanas densamente pobladas”, se hizo eco Kevin Watkins, directora general de Save the Children Gran Bretaña.
Según el informe, 72% de las muertes y lesiones infantiles en las zonas de conflicto más letales del mundo son causadas por minas terrestres, ordenanzas sin explotar, ataques aéreos y otros explosivos. De hecho, los niños tienen siete veces más probabilidades de morir a causa de las explosiones que los adultos civiles involucrados en los conflictos.
En Afganistán, las armas explosivas fueron la causa de la muerte en 84 por ciento de las muertes de niños en conflictos durante un período de dos años, en comparación con 56 por ciento de las muertes de adultos civiles.
En Gaza, en 2014, todas las muertes infantiles reportadas fueron por armas explosivas.
Justo en la misma semana que se lanzó la campaña encabezada por Save the Children, los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudita en Sana, la capital de Yemen, mataron a cuatro niños. Los niños también son 50% más propensos a ser víctimas de una explosión causada por una mina antipersonal después de que los conflictos han terminado, cuando finalmente pueden salir y jugar nuevamente al aire libre.