El mundo libre llora la muerte de Nelson Mandela. Los gruesos barrotes no pudieron someter su espíritu, el estrecho reclusorio no fue óbice para que un hombre cargado de sueños planeara una vida mejor para su pueblo. Durante 27 años en Robben Island un surafricano luchaba todos los días por no dejarse abatir por la desesperanza. Renacía desde el dolor para que el odio no fecundara en la colmena del corazón. La humanidad miraba perpleja lo que ocurría con un hombre al que quisieron reducir hasta el polvo de sus huesos. Cada amanecer, un nuevo reto para no sucumbir en medio del infortunio. La mirada serena para buscar la estrella más brillante en los solitarios instantes del anochecer. Unas manos que acariciaban el viento y escribían poemas hermosos nacidos de su amor por la vida. Desde el mundo de las palabras construía su paraíso de libertad.
Su alma vaga bajo el amparo de la noche. Es todo un misterio cuántico descifrarlo. En los barullos de su mente existen las limitaciones propias del alma trivial. El gigante con pies de barro cayó estrepitosamente y quedaron esparcidos sus bloques cocidos con procacidad y mentira. Parecía un ser inquebrantable que estaba destinado a convertirse en una figura que se mantendría por largo tiempo. Sin embargo, su legado comienza a derretirse ante la quejumbrosa mirada de su feligresía. La congregación pierde adeptos que habían ofrecido lealtad hasta la muerte. Estos compromisos generalmente llegan hasta que se comprueba que el invencible fracasó, ante el conjuro del más allá. Cuando el ataúd desciende al mundo de los muertos, las lealtades políticas comienzan a peregrinar en dirección contraria. La historia está llena de situaciones similares a las que ocurren con Hugo Chávez, quien está siendo olvidado más rápido de lo pensado. Ni los grandes eventos conmemorativos han podido lograr detene
Boualem Sias, cónsul de Argelia en Gao, en el norte de Mali, fue liberado hoy junto con otros seis diplomáticos por sus secuestradores, tres días después de su captura, informó el diario El Watan en su versión digital. Según la enviada especial del diario en la parte norte de Mali controlada por los rebeldes tuareg, que proclamaron un estado independiente en Azawad el pasado viernes, el cónsul y los otros seis diplomáticos fueron puestos en libertad a mediodía, pero no dio más detalles. Sias y sus colegas fueron tomados como rehenes el pasado jueves cuando se encontraban en el interior del consulado argelino en Gao, después de que la ciudad fuera invadida por los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) y por grupos islamistas. El jefe de la diplomacia argelina, Mourad Medelci, había afirmado ayer sábado que no habían recibido ninguna reivindicación del secuestro y que el asunto estaba siendo tratado con la máxima discreción. La prensa local atribuyó