Saramago escribió un fabuloso ensayo: Ensayo sobre la ceguera. Este ensayo puede ser aplicado a diferentes circunstancias y condiciones. Sin embargo, existe una condición de ceguera que, no exclusiva de ningún país, es muy peculiar: es la ceguera causada por el fanatismo, por el dogmatismo.
En Ecuador estamos viviendo la manifestación más palpable de este tipo de ceguera, la misma que encuentra su caldo de cultivo en la educación deficiente y en la escasez de cultura. Es claro que existe un grupo de asambleístas del otrora oficialismo, radicales como ellos solos, ciegos como un topo recién salido a la luz, pero en el caso de ellos de manera permanente, que se empeñan en negar realidades, en disfrazarlas bajo aspectos de legalidades, y en pretender que el resto de ecuatorianos somos iguales o peor de ciegos.