Ha llegado la hora de ser fieles. De ser fieles a la patria y votar.
Tenemos la obligación del voto, pero esto no debe ser obligatorio, sino un deber responsable y moral. Nuestro futuro está en juego y no debemos, no podemos permitirnos que alguien lo decida por nosotros.
Y para esto debemos ser valientes. No es la hora de los cobardes, de los indecisos, de los irresponsables. Si decidimos apoyar la continuación de esta “revolución” pues hay que hacerlo; y si la decisión es cambiar lo que nos ha tocado en suerte, hagámoslo también. Pero hagámoslo con la mano en el corazón y firmeza en el pulso. No es hora de los cobardes, es hora del voto valiente. La patria lo requiere y es muestra de nuestra lealtad a ella.