Pocos días atrás, descubrí con agrado que me encuentro viviendo y estudiando en una ciudad inteligente, según un estudio realizado por la empresa Fast Company. Dicho estudio presenta como Smart City a una ciudad que comprende el uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC) para ser más eficiente en el uso de sus recursos, no se consideran solo los servicios que pueden ahorrar gran cantidad de tiempo a los habitantes de una ciudad, sino tecnologías que hacen más eficiente la infraestructura citadina.
Me refiero a Barcelona, que además de sus encantos turísticos conocidos por todo el mundo es pionera en soluciones de baja emisión de carbono en sus medios de transporte público.