La concejala quiteña Carla Cevallos Romo ha querido denunciar la violencia que sufren las mujeres. Esta iniciativa, que en su esencia es buena, no llega a ser un mensaje claro y preciso como ella desea. Lastimosamente no todas las personas que leen la valla saben de lo que se trata, siendo un mensaje ofensivo y denigrante para toda mujer.
Las vallas ubicadas en lugares públicos, a vista y paciencia de todos los ciudadanos capitalinos, sin importar su edad, impactan por su tamaño y la utilización de la palabra puta, como referencia a la condición de mujer libre. Los feminicidios y todo tipo de violencia no se resuelven generando más violencia, sino con la adecuada educación de quienes la generan y de quienes la sufren.