Sin que me cause nada de admiración he leído en los periódicos y he escuchado en la televisión diversas reacciones de las personas que lamentablemente vivieron el susto cuando un avión de Tame se salió de la pista del aeropuerto Mariscal Sucre . Comentarios como “no nos dieron ni un vaso con agua” o titulares como “Tame no explica accidente” es algo que no me llama la atención en lo absoluto. Hace algo más de 13 años, mi esposa murió en un accidente en un avión de Tame. Ella, Carmen Amalia, era auxiliar de vuelo. Trece años después Tame no me ha explicado la causa del accidente y mis hijos como indemnización por la muerte de su madre, recibieron USD 1 250. A quienes pasaron el susto esta vez, sinceramente les recomiendo que se pongan muy cómodos para esperar una respuesta, pues posiblemente tarde años en llegar, o quizás, nunca llegue. Con respecto al vaso con agua, con ese dinero que recibieron mis hijos y que aún lo tengo guardado, puedo invitarles unos cuantos.