Las fuerzas políticas están ya poniéndose en movimiento con motivo de las elecciones seccionales a efectuarse el próximo año, en las cuales el “plato fuerte” será la elección de Alcalde y luego de poco empezará la proliferación de candidatos como es habitual en nuestro medio, de acuerdo con las prácticas de la vieja partidocracia que parecen ser muy difíciles de erradicar. En Quito por lo que se sabe hasta el momento, parece que se presentará a las elecciones de Alcalde, a más obviamente del actual, un candidato de elecciones anteriores. En Guayaquil los directivos de los movimientos o partidos Creo y SUMA han manifestado su intención de participar con candidatos propios a sabiendas de que no van a ganar, lo que da a entender que actúan en función personal o de partido. Estos directivos que han manifestado en actuaciones anteriores ser personas inteligentes, deberían pensar en función de ciudad, unirse y apoyar la reelección del actual Alcalde, que es indiscutiblemente la mejor opción que tiene Guayaquil. Con seguridad deben tener diferencias ideológicas, pero en este caso el fin que persiguen es el mismo, evitar que el gobierno municipal pase a manos de un candidato del oficialismo, lo cual marcaría una diferencia abismal con la administración actual.