La vida siempre se conjuga con un manto de sabiduría oculta, tapizada de un misterio sacro que pocos llegan a tropezar. La curiosidad humana, teje siempre una necesidad filosófica de hallar respuestas que expongan la verdadera razón de la existencia, de la misión individual y de la búsqueda de la tan anhelada paz interior.
Escribir sobre la Dra. Kohn, es un compromiso mayúsculo, un desafío casi imprudente, frente a una mujer que brilló durante 100 años de recorrido sabio.
Hablar de la obra de la Vera, y me permito decirle de esta manera, porque los que tuvimos la posibilidad de conocerla y nutrirnos de su enseñanza, siempre la sentimos cercana a nuestros corazones, sin necesidad de titularidades; por la sencilla razón de que ella no las requería, su sabiduría tenía el don espléndido de la necesidad del servicio colectivo, de la mano sabia que solo se extiende para ayudar al prójimo y al necesitado; cada expresión de su palabra, llevaba la enseñanza pulcra de la docencia, de la entrega como patrón de vida y de la espiritualidad viva, que conlleva a la verdadera conexión con el espléndido universo (…).
Nuestros días son complejos, el caos depresivo que impera es la mayor pandemia de nuestro siglo, pero es justo allí donde debemos trabajar con su herencia, ese tiene que ser el compromiso máximo de todos los que seguimos la ruta legada.
Hoy, contamos con el Centro de Desarrollo Integral (CDI), un lugar hermoso a donde muchos van en busca de más conocimiento, de encontrarse con su verdad, con sus sueños, con sus ángeles y demonios, de un refugio de paz. Este fue el sueño de la Dra. Kohn y del padre Marco Vinicio Rueda, fundadores del CDI, quienes lograron plasmar en la realidad su sueño.
Esta obra de 40 años de existencia, ha sido ejemplo en el mundo entero para todos los que han hecho del servicio de la consciencia un camino de luz, miles de personas han sido atendidas en el centro, la labor social fue siempre una bandera, así como la formación continua en el amplio camino de la enseñanza espiritual.
El CDI en una institución sin fines de lucro, que excluye la realización de actividades políticas y religiosas y acoge a todas las personas que están en la búsqueda de su verdad.
La Dra. Kohn vive y late con más fuerza que nunca, su obra está activa, sus miembros y seguidores seguimos despiertos en el compromiso de revertir a la comunidad las enseñanzas de nuestra querida Vera y de llegar a cada corazón con un mensaje de esperanza, pero más aún, hacer de la trasformación de la consciencia un nuevo despertar para la humanidad.
Gracias Vera por legarnos la oportunidad de seguir tu valor ejemplar.
¡Manos a la obra!