Es imprescindible que los organismos competentes del Estado impulsen en forma constante campañas de difusión por los medios de comunicación colectiva, en especial la radio y TV, tendientes a mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos, combatiendo de manera permanente el consumo de estupefacientes, el alcohol, la ludopatía y más adicciones nocivas para la salud y la economía del ciudadano, así como promover el desarrollo de la cultura vial estimulando el cumplimiento de las normas de tránsito y en general las reglas de convivencia social, propiciando el respeto a la Ley y al ciudadano, que motive además una cultura de seguridad ciudadana mediante la solidaridad comunitaria recurriendo a elementos básicos como organizar a las comunidades urbanas y rurales mediante el auxilio mutuo y denuncia de los ilícitos a las autoridades, mediante el fomento del uso de alarmas domiciliarias y comerciales, así como difundir los principios de respeto a la Constitución y los Derechos Humanos, a fin de evitar en lo posible la consabida “justicia por mano propia”, que en muchas ocasiones se torna letal contra personas que a veces resultan las equivocadas.
En resumen, las sociedades emergentes deben adecuarse a condiciones culturales que permitan superar hábitos y costumbres incompatibles con las aspiraciones de toda comunidad que anhela desarrollarse económica y socialmente.