Estamos de fiesta, nuestra tierra celebra su centenario, es el momento de unirnos, desterrar improductivas pasiones de egoísmo, y atraer en su lugar compañerismo, hermandad, y comprensión, aportar desde nosotros con un granito de arena para construir ese Urdaneta que añoramos para nuestros hijos, ese Urdaneta que se merecen las nuevas generaciones, y ese Urdaneta que nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros antepasados en muchos casos se marcharon de este mundo sin la satisfacción haberlo visto progresar.
Unámonos en un abrazo de hermandad, un abrazo y en él fundir el compromiso de contribuir con ideas, aportar con cariño y amor todo lo que esté a nuestro alcance, para juntos llegar a tener un día no muy lejano ese Urdaneta que sí es posible, pero siempre y cuando participemos todos para así ser parte de la solución, más no ser parte del problema.
Estamos a tiempo, es tiempo de cambiar, y ahora que estamos de aniversario avoquemos a nuestra comprensión hermanos, pensando en el Urdaneta que queremos, por el bienestar de nuestras familias, por el futuro de nuestros hijos.