Mucho interés y expectativa se ha generado en torno a la nueva ley de seguridad social que estaría saliendo en los próximos días.
No se sabe aún qué participación, reformas y manejo de recursos quiere tener el Gobierno en el IESS, pero lo que llama profundamente la atención y preocupación tanto de trabajadores, afiliados y jubilados es sobre esta famosa “universalización”. Palabrita que nos causa una aterradora preocupación y nos sugiere un incremento masivo de miles de nuevos afiliados de grupos informales que saturarían y colapsarían los ya caóticos y deficitarios servicios médicos.
Esperemos que esta dichosa ley sea escrita por afiliados que conocen el sufrimiento de tener que pedir una cita médica y ser atendidos meses más tarde, y no por burócratas dorados que se atienden en seguros médicos privados.
Esperamos que la nueva ley se la elabore con mucha sensatez, responsabilidad, cordura, buen juicio y no resulte otro mamotreto como la de aquel asambleísta enemigo de los arrendadores.