Las entidades del Gobierno nacional y de Quito han demostrado en los últimos años un notable interés por estimular la llegada de turistas extranjeros. Las campañas publicitarias recientes estimulan el mágico atractivo de la riqueza natural y cultural del Ecuador, que se espera se conviertan en divisas. Estas campañas deberían estar complementadas con otras dirigidas a la sociedad nacional, estimulando el valor de la lealtad a nuestra nación a través de lo que ahora se llama el ‘buen vivir’. El éxito del turismo externo radica en que este sea constante y en crecimiento,. Este reto no depende solo de campañas de publicidad, sino del cambio de mentalidad de la sociedad, un cambio que se debe iniciar en la familia y en el sistema educativo. La lealtad es un componente fundamental de la ciudadanía, es la virtud por medio de la cual todos los connacionales estamos en la obligación moral y cívica de contribuir en el cuidado del hábitat, de los espacios y bienes públicos. Acciones tan sencillas como no arrojar desperdicios desde los autos en las carreteras, respetar la funcionalidad de los espacios verdes y un infinito, etc., son la base para que el Ecuador entero sea turístico.