Veo con admiración la propaganda desplegada en los periódicos con un colorido característico de los anuncios taurinos que para estas fechas se acostumbra. La problemática se ha planteado y está dirimida por las autoridades municipales a través de una Ordenanza que rige o regirá los festejos en la Feria de Quito.
Pero se desconoce el tema de los trofeos que los ya no matadores de toros sino toreadores o toreros obtendrán para premiar de alguna forma su labor. En un festejo de hace algunos días en la plaza Belmonte, los toreros participantes y triunfadores recibieron unas orejas disecadas que alguien tenía por allí. Pedimos una explicación a los organizadores o a las autoridades responsables para entender este detalle, pues creo que la afición se merece que le digan la verdad y no se le engañe con decir que todo es “igual que antes”.