Triunfo histórico

Nunca antes una República democrática ha tenido un triunfo tan aplastante, el partido de Gobierno, en las elecciones del 17 de febrero consiguió nada menos que cien curules sin contar con las cinco de Avanza, que apoyó a Alianza País; considerando esta realidad objetiva, el Gobierno debe meditar que el triunfo no es de un movimiento sino que beneficia al país que somos sus mandantes, por eso se debe medir el poder no solo cuantitativa, sino también cualitativamente, para así equilibrar el mandato que el pueblo le otorgó.
El poder es absoluto e inobjetable, por eso el presidente Correa debe manejar con sabiduría, ecuanimidad y armonía.

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