El sol sale, las aves empiezan sus primeros trinos, pero muy pocos sonidos se escuchan a lo lejos. La ciudad ha perdido su colorido trajín de las mañanas, de los medios días y de las noches. Sigue habiendo atardeceres que abren el telón a la cautivante oscuridad, pero sin mayor movimiento. ¿Será quizá, que algún día, recobraremos el furor de los ya antiguos días capitalinos?
Han pasado tantos soles y lunas desde que inició este cambio de rumbo en lo que concebíamos como normal, han caído muchas lágrimas de nuestros hermanos alrededor del mundo, han corrido demasiados esfuerzos por terminar con este letargo tan especial, al menos no visto en la historia reciente. Somos conscientes, todos y cada uno somos responsables del destino de esta lucha, y mientras esperamos el gran día de la victoria, aun trataremos de sobrellevar la vida y aún más importante, sobrevivir. El optimismo no ha muerto, es porque el destino aún nos es tan infinito como el concepto del tiempo y del espacio unidos en un romance sideral. Fernando Andrade
Arroz… ¿quién exporta?
El país tiene 500.000 toneladas de excedente de la gramínea, pero no existe autoridad alguna que exporte, afirmó el Presidente de la Federación de Cámaras de Agricultura del Ecuador (Canal 4, julio 14; Vera a su manera, 12 julio); añadió que, nadie conoce el mercado internacional.
El problema anotado se viene dando desde hace algunos años, por cuanto no existe planificación, ni investigación, ni estudios de mercado. ¡El país abandonado a la suerte de la improvisación permanente, de los politiqueros de siempre, de los pseudos dirigentes gremiales, a tal punto que la Ministra de Agricultura se reúne en la tarde con los que no son y en la noche con los que sí son!
Expresa el Presidente de la Federación en cuestión que, al agricultor le pagan los intermediarios lo que les viene en gana, que existen exceso de piladoras en el Oro, que encubren el contrabando de arroz originario del Perú, que no se puede fijar un precio único de sustentación porque la productividad de tres hectáreas no es equiparable a la de cincuenta hectáreas o más.
La solución de momento está dada: el productor arrocero requiere de úrea, entonces realicemos trueque con los que pueden proveernos de este insumo a cambio del arroz, y citó a Venezuela o Indonesia.
Concluyó el Presidente de la agremiación que, esta es la oportunidad para que el Gobierno devuelva la prioridad del sector.
Esperemos que el Presidente Lasso cumpla su palabra, empeñada desde hace cuatro años: mil millones de dólares, al 1% de tasa de interés y a 30 años plazo, lo cual permitiría, dedicar recursos para una reingeniería de la infraestructura productiva y de la cadena de valor de todo el sistema, colocando énfasis en las industrias agropecuarias, que otorgarán mayor valor agregado y seguridad en la comercialización interna e internacional, propiciando bienestar económico y social a este importantísimo grupo de productores, así como ingreso de divisas para una economía dolarizada, cuya mejor estrategia es exportar.