El transporte urbano en Quito
En las últimas semanas hizo noticia la discusión que hay en el Concejo Municipal de Quito por revisión de las tarifas del servicio público de transporte urbano. Muchos Concejales, inclusive afines al alcalde Rodas mostraron su negativa por aprobar un incremento, pues muchos de los parámetros que debían ser cumplidos, en años anteriores, por transportistas no se verificaron.
Si el municipio ya no va a entregar compensaciones es indudable que una subida tarifaria es inevitable.
Pero, en caso esta se dé debe estar condicionada a mejoras del servicio.
Debemos pasar de un transporte que se administra en beneficio personal a un servicio con sentido de colectividad.
La caja común que fue el primer paso a un manejo integral del transporte parece quedó anclado al pasado.
El servicio debe ser administrado y manejado por un ente central que defina y controle frecuencias, rutas, horarios, etc. A los transportistas se les debe reconocer por su trabajo y costos operativos pero no se puede dejar que estos se apropien de la gestión del tráfico, pues los resultados son los actuales: una ciudad caotizada, en la que los transportistas urbanos, no les importa la vida, peor el confort de los usuarios.
El metro que está en construcción podrá ser una solución si la gestión del tráfico cambia diametralmente.
Una subida del pasaje, debe estar condicionada a parámetros medibles y confrontables del servicio público.
La seguridad de los usuarios debe ser una prioridad no negociable.
Existen medios tecnológicos para un monitoreo, de cada unidad, sobre su velocidad en tiempo real, la tecnología debe ser un aleado. Los radares son simples paliativos y muchas veces utilizados con el interés de sancionar y no de prevenir accidentes.
Si esto no sucede la temeridad de muchos choferes seguirán vistiendo de luto nuestras calles y