¿Han mejorado los servicios públicos? En el mundo virtual de la propaganda dicen que sí, pero, ¿en la realidad? He aquí tres ejemplos que nos ha tocado sufrir:
a) Una solicitud de rebaja del impuesto predial, por tercera edad, en el Municipio Centro, le dieron el pase “Bienvenido N63”. Una hora de espera mientras pasaban todas las letras, menos la “N” que resultó en “nada”, porque se había ido el sistema y nadie se comidió en avisar. Unas señoras con la boca llena señalaron el cuarto de al lado y allí la respuesta fue: “Vuelva mañana”.
b) Una consulta por un paso de servidumbre usado por 30 años para transportar aguas negras, y que se había dañado en una casa intermedia por falta de mantenimiento, resultó en un círculo de frustraciones, desde la Comisaría del Ambiente hasta La Delicia, pasando por tres intermedios, y eso con la amenaza de bloqueo de gente desaprensiva.
c) La suscripción del contrato de rotura del pavimento y conexión de alcantarillado se hizo en forma satisfactoria, pero al averiguar la fecha nadie contesta al teléfono. En el IESS al menos responden para decir que no hay turno. La burocracia es una labor de conjunto en donde si un eslabón se rompe, todo fracasa.
Felicitaciones al Presidente y Alcalde por las cómodas sillitas y las televisiones de pared, pero parece que se les olvidó que lo más importante es agilizar el servicio público, por ejemplo con el uso de Internet para los trámites de tercera edad. No se necesita una mente brillante para comprender que las idas y venidas son una de las causas para la terrible congestión de tráfico y sus funestos acompañantes: el consumo de gasolina y la contaminación.