El que la Aduana de Francia haya encontrado 170 tortugas bebés de Madagascar envueltas con cinta adhesiva, nos da a conocer hasta qué nivel llegan los traficantes de estas especies.
El patrón de su caparazón es único. Los traficantes y coleccionistas de estas especies no se dan cuenta que dañan la naturaleza en general.
Si esto sigue así, muy pronto se acabarán estas hermosas tortugas que están en la lista de animales en extinción.