La ciudadanía se encuentra indignada ante las quejas de los pequeños emprendedores, en relación a las múltiples trabas y que cada día se inventan, tendientes a impedir que el pequeño empresario se desarrolle con normalidad en sus actividades en las que, aparte de la inversión y el sacrificio que representan deben pagar innumerables tributos so pena de cerrar definitivamente sus negocios.
Es inaudito como cada día se inventan nuevos y costosos requisitos que ni siquiera hacen sentido. Sé que a los bares, discotecas y karaokes últimamente se les exige un tal “Informe de aislamiento acústico”, documento que los afectados ni siquiera saben cómo y dónde sacarlos, estipulando plazos mínimos para su cumplimiento.