Luego de escuchar sobre la intempestiva cancelación de la feria taurina 2012 de Quito, varios grupos pro y antitaurinos, se han manifestado a favor y en contra de dicha decisión. Ante esto, personalmente creo que este tema va más allá de una simple libertad, afición o repulsión o de asistir o no a las corridas; el tema radica en una decisión mercantil que Citotusa ha tomado, pero lo lamentable de esto es que no se le ha dicho la verdad al aficionado taurino, que en ciertos casos ya ha comprado sus abonos; se trata de justificar la falta de demanda en la venta de entradas, con supuesta “agresividad e intransigencia” por parte de grupos anti taurinos, cuando les recuerdo que el 57% de quiteños, quienes nos manifestamos a favor de la pregunta 8 de la última consulta popular, sabemos que dicha decisión obedece a intereses privados de los organizadores, más no por supuestas faltas de racionalidad, falta de libertad, falta de garantías, ni peor aún por orden gubernamental o municipal.
Hago un llamado a Citotusa y a sus voceros, para que se diga la verdad al pueblo quiteño, que se encuentra a la expectativa de si esta decisión es temporal o permanente.