Ahora aparece “El sueño americano” versión revolucionaria.
El sueño ecuatoriano es una constitución de doscientos años, alterada en solo dos.
Es un país donde sí se opina, revela o manifiesta diferente al poder, vas a parar preso, invadido por la Policía o multado inmisericordemente.
Es aquel en que la libertad de prensa es vejada todos los días
Es donde se gastan decenas de millones de nuestros impuestos en publicidad estatal.
Es que todos pagan impuestos menos uno por sus ingresos “extraordinarios”.
Es aquel en el que no puedes usufructuar tus ganancias ni tienes derecho a recibir el sueldo que quieras por tu esfuerzo y trabajo.
Es tan bueno que para arreglar mi rodilla me tengo que ir a Cuba.
Es tal que mis hijos tienen que estudiar en método francés o inglés y apenas se pueda, irse a los imperios europeos o gringos a estudiar
Es tal que si recibo dinero extra, lo correcto es invertir en bienes en Bélgica o en Miami.
Es el que me dice que la mejor comida para mí o mis comensales debe ser preparada por un extranjero.
Es donde el poder gobierna “absolutamente todo” (absolutismo) a fuerza, incluyendo el hecho de que el sábado se dice algo de la justicia y el lunes esto se hizo “por coincidencia”.
Es aquel en que solo uno insulta, humilla o maltrata y está por encima, pero si la policía es maltratada, se lo merece por ser unos pillos uniformados.
Es el que te duplica deuda externa recibida pero a intereses del triple.
Es el que da una carretera, puente u hospital pero cuidado con fiscalizar o pedir información.
¿Quiere seguir soñando? Mejor me despierto.