Un estudiante que ha cursado varios años de universidad, seguramente ha cumplido con todos los prerrequisitos académicos para obtener su título profesional. Entonces, ¿para qué someterlo a un proceso (tesis) que, según la evidencia recientemente provista por el Senescyt, no solo que es poco exitoso (14%), sino que además se acompaña de una alta tasa de fraude (54%)? La respuesta es MUY sencilla: para cambiar la realidad de un país con una ínfima producción científica a escala mundial (0,02%). En el Ecuador, solo por mencionar ejemplos, se produce 3 veces menos que Perú, 4 menos que Cuba, 10 menos que Colombia y 15 veces menos que Chile. ¿Qué hacer? 1) Dejar de pensar que un estudiante solo al egresar puede hacer investigación; 2) incentivar en el pregrado la participación en investigación (¡no usarlos!); y 3) asignar recursos financieros. Entonces las universidades tendrán líneas de investigación y la tesis no será el primer contacto de un estudiante con la investigación.