Las redes sociales, como plataformas digitales que concatenan personas mediante la expansión e intercambio de todo tipo de información, deben ser utilizadas como una herramienta sólida y segura para la difusión de material fáctico informativo. Sin embargo, se evidencia que estas estructuras digitales, son erróneamente utilizadas.
Facebook es la red social más utilizada a nivel mundial. Permite a sus usuarios ‘postear’ todo tipo de contenido a excepción de lo previsto en las “normas comunitarias” de su política entre las cuales se encuentra la divulgación de noticias falsas. Creo que el difundir información veraz es un tema moral subjetivo. Queda en cada persona. Cada uno tiene la libertad de expresar u opinar lo que guste sin sobrepasar el propio derecho de expresión. Es decir, el actuar moralmente implicaría que la difusión de información no cree conflicto, caos ni violencia o peor aún odio social. Está en las manos de cada usuario el divulgar datos auténticos que sirva a la comunidad para mantenerse actualizados.