Es un acierto del Municipio de Riobamba la compra (año 2010) y la rehabilitación del edificio del teatro León, gracias a la decisión política del ex alcalde Juan Salazar y del alcalde Napoleón Cadena, ya que dos burgomaestres anteriores a ellos no quisieron hacer nada al respecto; obra que agradezco por ser la respuesta a mis pedidos durante 15 años. Está cerca de concluir la rehabilitación de este edificio patrimonial ubicado frente a la plaza Sucre, en el Centro Histórico, que tuvo su esplendor entre 1930 y 1980, y que, en el segundo trimestre del presente año, iniciaría su nueva vida con una sala de lujo de 400 butacas. La riqueza de este escenario estuvo en su doble función de cine-teatro con proyecciones diarias de películas y presentaciones periódicas de artistas de toda índole; polifuncionalidad que debería recrearse en su próxima nueva etapa.
Además de este pequeño cine-teatro, Riobamba necesita un gran teatro para presentar espectáculos internacionales, como actividad económica importante de la ciudad, dedicado a espectadores de la región centroandina: Bolívar, Tungurahua, Cotopaxi y Chimborazo.
Yo encuentro realizable este objetivo, ya que junto al teatro León hay un gran terreno vació de propiedad del Consejo Provincial de Chimborazo y, al lado de este sitio, está un “espanta pájaros” arquitectónico: un feísimo edificio de hormigón que ofende a la ciudad, también del mismo gobierno provincial.
La propuesta consiste en que el Consejo Provincial y el Municipio de Riobamba se unan para construir el futuro gran teatro en dichos terreno y edificio (hay que demoler el segundo), para darle a la ciudad oportunidades de progreso.