Es bastante penoso, por no decir indignante ver cómo en pro de las mejoras para Quito, se talan árboles en las avenidas principales. ¿Por qué cada cambio implica la tala de árboles? Se supone que la actual Administración está a favor del medioambiente, pues los hechos demuestran lo contrario. Es inaudito que las “mejoras” impliquen talar, botar y cimentar espacios verdes. Se necesitan pulmones para Quito, ya que la ineficiencia para controlar el tráfico es más que evidente, por lo menos una avenida con árboles brindaba un consuelo, formaba parte del ornato de la ciudad y daba un sentido de preservación a la vida. Sólo pregunto; ¿cuánto tiempo tardó ese robusto y fornido árbol en crecer y cuánto en abrigar a otras especies?