Revisando el informe de labores presentado por el último expresidente, se desprende lo siguiente:
1.- Contar con casi 10 000 empleados administrativos no sería lo mejor, si se recuerda que el principal servicio del IESS es el de salud sobre cualquier otro y que el personal médico y el asimilado como tal, es apenas igual en número de servidores.
2.- Disponer de USD 12 000 millones en caja y recibir USD 550 millones anuales de utilidades por las inversiones, no es ninguna maravilla, dado el hecho que ello representa apenas el 4,6% cuando cualquier cooperativa de ahorro y crédito le podría pagar el doble.
3.- Es bueno que el IESS haya financiado la vivienda a unas 75 000 familias en los 7 últimos años, pero no sé qué análisis de riesgo se ha hecho sobre los créditos otorgados, pues hay que recordar que la banca privada apenas registra una cartera vencida del 3%.
4.- Si bien es verdad, los créditos hipotecarios están respaldados por los respectivos inmuebles, no sucede lo mismo con los créditos quirografarios que apenas cuentan con una garantía personal y que en los 10 meses de la administración anterior alcanzaron nada menos que USD 949 millones.
5.- La preocupación no termina ahí porque si la recuperación de cartera no es eficiente, pueden presentarse graves problemas de iliquidez para el pago de las pensiones a más de 300 000 jubilados cuya mayoría vive precariamente de tales ingresos, además de que el déficit de este seguro está proyectado en más de USD 5 000 millones.