Los países vecinos, cercanos, e incluso lejanos reciben diariamente a miles de ciudadanos venezolanos que han decido dejar su hogar, su familia, sus raíces. ¿Cuál es la razón? Los gobernantes de Venezuela indican que se trata de una moda, sin embargo los testimonios de los migrantes son desgarradores, pues indican que sus vidas peligran por la delincuencia, la hambruna y la carencia absoluta de servicios de salud. La comunidad internacional liderada por Ecuador promovió una reunión para tratar el tema y buscar soluciones, incluso se invitó a Venezuela, sin embargo mediante una absurda nota de protesta ese país pretende condenar la participación de los países en la Cumbre de Quito.
La crisis humanitaria que vive Venezuela está afectando al continente, pues sus ciudadanos emigran masivamente, miles de refugiados al llegar al país destino necesitan condiciones básicas para subsistir: vivienda, alimentación, salud, educación, servicios básicos cuyo costo no está presupuestado, lo cual tiene un impacto negativo en la economía de la nación receptora, sin contar con los efectos sociales de un proceso de migración desordenada.
La comunidad internacional enfrenta un círculo vicioso, por una parte promueve la acción humanitaria en favor de los refugiados, sin embargo aquellos refugiados al acceder a un trabajo envían divisas a Venezuela, dinero que sostiene al régimen que con su errónea política sigue promoviendo el desplazamiento de sus ciudadanos.