No son solo los sistemas punitivo y correctivo que están decadentes. Es más, la gente de nuestro país ha perdido la esperanza y no tiene una filosofía motivadora. Sin esto no se puede trabajar, no se puede crear. Solo hay una constante crítica de parte del Gobierno de turno y una TV negativa, sensacionalista de crónica roja. Así no se puede seguir adelante. ¿Qué pasó, dónde está esa juventud que no se la ve? Ellos deben reclamar por fuentes de trabajo, por crítica positiva, por cambiar la imagen de un país “ corrupto “, a un país productivo, que dé importancia a la vida, como sucede en Chunchi, que debería estar en la mira de las autoridades. Por qué no cambiamos desde el fondo de nuestra alma, hacia lo correcto, lo positivo, lo bueno, lo bonito. Creo que nuestra juventud se merece oportunidades que sean honestas y ágiles, principios positivos, para una práctica apropiada y una vida felizmente exitosa.