Ya nada sorprende en la revolución ciudadana. Luego de más de 7 años de estrechas relaciones políticas con el poderoso gremio de los transportistas y choferes- que han incluido generosos subsidios e incorporación a la Asamblea Legislativa a varios dirigentes- cuando la ciudadanía optó en buena parte de las capitales provinciales por candidaturas de otros grupos políticos, el líder ha decidido terminar los subsidios y dejar en manos de los alcaldes la determinación del valor de los pasajes. Que esto tendrá un costo político, por cierto, dijo el actor de las sabatinas, pero querían municipios independientes, pues que lo sean realmente y que fijen las nuevas tarifas. Y acudió a la lectura de normas constitucionales y legales para fundamentar su postura y acusar a la “prensa corrupta” de crear falsas contradicciones para proteger a “sus” alcaldes.
Imposible ocultar el resentimiento por los resultados de las elecciones de febrero. El revés, como se calificó la pérdida de las más importantes alcaldías, junto a la manifiesta estrechez de la caja fiscal, está generando actitudes que afectarán especialmente a los sectores de menores ingresos.