Situaciones difíciles y lamentables vive la República Bolivariana de Venezuela, donde permanentemente, todos los días, vemos manifestaciones violentas, un pueblo indignado, muertes trágicas, políticos impávidos, a causa de un régimen totalitario que no encuentra una salida de diálogo y de paz.
Ni los mismos organismos de Derechos Humanos en Venezuela, que tienen como finalidad la vigilancia y defensa del país, no han podido frenar ni detener los conflictos violentos y protestas constantes, que una sociedad reclama y exige no más sufrimientos y caos. Por su parte, la ONU hace un llamado a este país para que se respete y se garantice el derecho a la vida y al cese de la violencia. Acaso el modelo del socialismo del siglo XXI en Venezuela llegó a su fin, o quizás tenga que aparecer un nuevo sistema político y económico que garantice una mejor calidad de vida para los venezolanos.