Al ver que pasaban los meses y el Art. 161 de la LOES, que impedía el manejo autónomo de recursos en las universidades, en enero de 2018, la Casa Central de la USM Campus Guayaquil decidió anunciar que abandonará el Ecuador por inseguridad jurídica. En medio de turbulentos meses de trabajo, proyecciones económicas y operativas para diversos escenarios, y el enorme peso de la tristeza que causa la injusticia cuando se ha sido testigo directo de los hechos, quiero exponer, el punto de vista de lo que vive la USM desde dentro luego de su anuncio de cierre paulatino en algunos años y mientras se concreta su proyecto de creación de la Universidad Del Río.
Ecuador, siendo un país de paz, ha experimentado en estos días eventos de violencia e inseguridad sin precedente. Al pensar: “Con esas urgencias, difícilmente se atenderá como prioridad la Reforma LOES”, me respondo de inmediato que toda consecuencia nefasta para las sociedades siempre proviene de falencias en la formación y la educación de los pueblos. Entonces, al caer en el juego del huevo y la gallina, reflexiono entendiendo que hay incendios que apagar de manera inmediata, pero que en cuanto la Asamblea regrese de su controversial período de vacancia, debe cortar de raíz los tumores que han mermado el avance en cantidad y calidad de la educación ecuatoriana en todos sus niveles.