Todos los cantones del país cuya economía se basa en la actividad turística, con el apoyo del Estado están desarrollando programas de saneamiento ambiental, alcantarillado, mejoras viales, etc., con el objeto de mejorar su presencia y dar una buena atención a sus visitantes. No sucede esto en el caso de Atacames y en particular de la parroquia Tonsupa, que se encuentra en completo abandono por parte de sus autoridades municipales.
No tenemos alcantarillado, sin embargo de que el Banco del Estado financia hasta el 80% del valor estas obras, con créditos no reembolsables; se iniciaron las obras y luego se las abandonó por varios años, con el consiguiente desperdicio de recursos. Al no tener alcantarillado varios edificios al filo de la playa desfogan las aguas servidas al mar, lo que constituye una verdadera bomba de tiempo para el turismo de la zona.
El servicio de agua potable, sin embargo de las ofertas realizadas por años, no se regulariza y en los feriados se carece de este servicio apareciendo por arte de magia decenas de tanqueros a precios exorbitantes. Los cortes de luz tienen una frecuencia inusitada especialmente en temporadas altas, sin solución alguna. Las calles en completo abandono, especialmente en el sector del Club del Pacífico, existen baches de varios meses que impiden el paso de carros livianos. Grupos de vendedores informales han invadido varias calles con la instalación de carpas en donde se expenden alimentos sin ninguna norma en las condiciones sanitarias más deplorables, etc.