¡Ser solidario es ser!

Leonardo Cueva Piedra

Incontables son las veces que a los seres humanos se nos presentan oportunidades para expresar la coparticipación sentimental y/o material a nuestros congéneres, especialmente, en la mitigación de sus adversidades, o adherirse a sus momentos de júbilo. Actualmente, con ayuda de las redes sociales, se ha mejorado la posibilidad de observar a ciertas especies del reino animal, que no dudan en demostrar su ayuda solidaria no solo a sus congéneres sino también al homo sapiens; en una actitud espontánea, decidida y sin cálculo.

Por causas demasiado conocidas, han llegado a Ecuador inmigrantes, en especial de la región norte de Sudamérica, quienes huyendo de su “suerte”, atraviesan latitudes cargando a sus espaldas la impiedad del desamparo. Unos, lo hacen de paso a otro destino, otros se quedan.

Son preocupantes las expresiones ciudadanas que menoscaban su presencia (la constructiva, por supuesto), mientras nuestra solidaridad no se equipara a su infortunio. No olvidemos: a comienzos de los años 70 -en Venezuela, por ejemplo- la cantidad de ecuatorianos fluctuaba el millón de emigrantes, y que algunos de nuestros coterráneos son emigrantes en el mundo entero.

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