Un infinito respeto para Javier, Efraín y Paúl. Un abrazo solidario para las familias de los tres amigos y compañeros. Un respaldo para Diario El COMERCIO. Y un compromiso profesional y humano para seguir batallando por un periodismo veraz, valiente e íntegro.
Para todo el país una profunda condolencia y solidaridad por un hecho repudiable, que no cabe en mi mente y corazón.
Estamos indignados, dolidos y heridos porque nos han marchitado tres vidas, han matado un jardín de ilusiones, han acongojado familias, han enlutado un país y desafiado al periodismo.
Para los criminales es un acto más que aumenta su historial de perversidad. Para las autoridades, a lo mejor, el remordimiento por no haber hecho lo suficiente y necesario. Para las familias el vacío y la nostalgia. Para el pueblo dudas, preguntas sin respuestas e incertidumbre. Para el periodismo la convicción de seguir gritando que nos faltan tres, con un dolor en el pecho pero con la certeza que nada ni nadie detendrá la búsqueda de la otra verdad, aquella que desnuda al poder, contrasta la voz oficial, descubre la corrupción, visibiliza los intereses oscuros, la violencia, la criminalidad y la mentira.
Es la hora de una adecuada, oportuna, inteligente, objetiva y realista lectura de los últimos acontecimientos para enfrentar de manera precisa e inequívoca al narcoterrorismo.
Colegas, todo esto nos ha dolido en carne propia y no hemos escatimado lágrimas de impotencia, rabia y compromiso con el periodismo, nuestra forma de ser y estar. Hasta siempre: Xavier, Paúl y Efraín.