Una sociedad tolerante con la mediocridad y la corrupción
La sociedad ecuatoriana ha demostrado una tolerancia con la mediocridad y la corrupción que raya en la complicidad. Mientras sigamos con medidas blandengues y, no hagamos nada para proscribir la mediocridad estaremos condenados a vivir de tumbo en tumbo en todos los aspectos: social, económico, moral.
La mediocridad, entendámoslo bien, es uno de los caminos hacia la corrupción. El mediocre ve la posición política como una oportunidad de enriquecerse, pues su miopía intelectual no le permite ver la posibilidad de prosperar por sí mismo, y, la pereza mental, cuna de esa mediocridad, lo empuja a buscar el camino más rápido para enriquecerse.