He aquí que la Biblia nos recuerda que fue la soberbia una de las causas por las cuales Sodoma sufrió el severo castigo divino. En los tiempos actuales ha reverdecido la soberbia, ella anida en el corazón de los hombres y los engaña. El hombre altivo y orgulloso no necesita a Dios en su vida, se cree dueño absoluto de su suerte y mira a los demás con desprecio, como si fueran inferiores.
Los que clamamos a Dios por justicia le pedimos deponer al soberbio y exaltar al humilde, ya que en la intimidad de su ser mora la sabiduría.