El ex – presidente falleció el pasado 15 de noviembre. Si la historia juzga a los líderes por uno o dos acontecimientos, Sixto para siempre será el Presidente que defendió al país del agresor del sur y retuvo el honor perdido por derrotas pasadas. ¡Ni un paso atrás! Ha dejado un legado político virtuoso tan lejano a lo que nos gobierna a los ecuatorianos hoy en día.
Es de tremenda indignación que ni un representante del decrépito gobierno actual haya podido cruzar la plaza y mostrar respeto a uno que fue mucho mejor que ellos. Fue posible gastar dinero de los ecuatorianos para repletar un avión con destino a La Habana y rendir tributo a un dictador, que si la historia lo juzga por uno o dos acontecimientos, será por los pelotones asesinos y por oprimir a todo un país por generaciones.
Durán Ballén será echado de menos, especialmente en épocas como la que vive el Ecuador de hoy.