¿El símbolo ecuatoriano?

La sociedad ecuatoriana, al igual que muchas otras, está sujeta a cambios, a esta “modernidad liquida”. Pero algo que no a cambiado es la necesidad de creen en algo.

La falta de un símbolo ha generado una discordancia entre el pueblo ecuatoriano y el Estado, ya que no se siente una garantía del Estado al pueblo, no simbolizan lo que el pueblo ecuatoriano busca ver en un gobierno. “No se trata de privilegiar una forma simbólica respecto de otra, sino de ponderar el elemento” (Cassirer. E) Como seres sociales buscamos algo en que apoyarnos es por eso que idealizamos a aquellos que se presentan como un faro de luz en un camino nublado.

Jaime Roldós Aguilera fue un símbolo para el Ecuador de 1979 porque ponderó no el interés de los mandos militares derechistas, sino porque ponderó el interés del pueblo, priorizo la necesidad del pueblo de un gobierno diferente, de nuevas oportunidades laborales, etc. Lo mismo pasó con Correa y ahora lo mismo pasa con Guillermo Lasso que representa la reactivación económica, simboliza trabajo, oportunidades, progreso y un gobierno diferente del que hemos tenido.

Guillermo Lasso llegó a la Presidencia como la imagen de un cambio, su elemento es la reactivación económica y la creación de plazas de trabajo. Pero ¿no fue Rafael Correa, quien llego a la Presidencia con ideales que igual priorizaban al pueblo ecuatoriano y ahora es el símbolo de la corrupción en Ecuador? Cada vez que pienso en esto no puedo evitar pensar en Batman y el Guasón, dos lados de una misma moneda en una sociedad que busca creer en algo. Así como Napoleón el líder de los animales de la granja de la obra de George Orwell fue un símbolo de que nada iba a ser como ante, pero poco a poco fue convirtiéndose en aquello que odiase en un principio. ¿Qué nos retiene a pensar en Guillermo Lasso como el símbolo el desdén del pueblo ecuatoriano en un futuro? Creo que eso se definirá solo con el pasar del tiempo y el cómo lleva su gestión el gobierno actual.

Sería un poco utópico pensar en un Estado en el cual el Gobierno de turno trabaje para el pueblo con una eficiencia que trascienda en los libros de historia, pero hasta ahora el señor Guillermo Lasso ha ido cumpliendo sus promesas de campaña y demostrando que su Gobierno esta enfocado en los hechos y no solo las palabras. Esperemos que siga así y que logre cambiar la idiosincrasia del pueblo ecuatoriano y marcar una diferencia marcada entre los países que conforman Latinoamérica.