La conciencia tiene sus purgas me remito a lo que dice el escritor español JB. Freire en su libro ‘Acerca del hombre en Víctor Frank’, el mismo que tiene tres dimensiones en su existencia “biológica, psicosomática y espiritual”, alrededor de estas tres se desenvuelve la vida. El artículo de Sebastián Mantilla publicado en este diario (3-5-2017) es indiscutiblemente una purga del elector quien después de haber sufragado por Lasso siente un peso en la conciencia por ese voto dado que fue producto más bien de un rechazo, que de un convencimiento. Pues mi caso fue todo lo contrario. Yo, voté por Lasso, porque creo en él, porque me convenció su trayectoria que se identificó profundamente con mis vivencias y convicciones , porque leí sus libros y especialmente “Carta a mis hijos”, me persuadieron sus logros; ya en la tarima vi al candidato valiente, consciente, entendido, preparado y me atrevería a decir aseñorado como se lo vio en el debate con sus contendores, además que sacrificado, porque una campaña es durísima, pude enterarme también por la prensa y por amigos de las heroicidades demostradas en recorridos. Nebot no, el señor Nebot tuvo todo desde un principio, incluso los remedos sarcásticos hechos desde Carondelet. Él siempre fue un candidato de derecha que en estos años evidenció el descalabro de un país, la persecución feroz a la prensa, la persecución a gente que trataba de poner en evidencia el camino recto para el establecimiento de una sana democracia, el manejo de todos los poderes a favor del gobernante y su gente y tantas cosas graves que en lo inmoral han pasado, además de percibir que las cifras y sus resultados pese a todo lo pujante que pretendía consolidar el gobierno no daba un resultado positivo para la patria , donde el país parecía caminar para atrás. Y qué vimos en la campaña el, PSC, un Nebot adverso, donde claramente a través de su candidata la Dra. Viteri, quiso minimizarlo en el mismo estilo del gobierno llamándolo “banquero”, esa fue la primera alerta y la segunda y magna confirmación que tuvimos fue el verle que groseramente pedía a Lasso que demuestre la validez de su ganancia, que por supuesto que no era la ganancia de Lasso, sino la voluntad de los ecuatorianos y eso sí era grave a tal punto que muchos de nosotros con militancias de 20, 30 y hasta 40 años, solicitamos la desafiliación para siempre del Partido Social Cristiano, partido de altos ideales fundamentado en la doctrina de la Iglesia.