La semana anterior leí un artículo a página completa en EL COMERCIO, que pretendía didácticamente abordar el tema de la contratación del servicio doméstico partiendo de una interrogante sobre si es o no un servicio costoso.
El artículo en ningún momento contestó la pregunta planteada en el título, sino que se limitó a informar respecto al proceso para dejar de afiliar a una persona a tiempo completo para hacerlo a tiempo parcial, supongo que para ahorrar costos, como había sugerido el Ministro de Relaciones Laborales.
Me parece que la “solución” es simple, por decir lo menos. Estoy de acuerdo con reconocer los derechos de las personas que laboran bajo esta modalidad, pero al Gobierno se le fue la mano al decidir sobre la remuneración de este personal, sin considerar el impacto sobre los empleadores, una gran mayoría de clase media trabajadora, que a duras penas gana sobre lo que tiene que pagar. Hubiera sido importante que el artículo fuera más allá de promocionar la respuesta superficial del Ministro.