¡Todos perdimos! En la última campaña electoral. Es que lo soez en el trato entre candidatos a la alcaldía de Quito en las últimas elecciones, parecería perjudicar solamente a quién fue sujeto del ataque infame y no fue así.
Los epítetos reiterados en los últimos episodios de proceso electoral de candidaturas que no llegaban volvieron el ambiente tenso e incómodo y en ese entorno todos perdimos, principalmente quienes usaron ese tipo de arma. Recién hemos superado un tiempo demasiado largo en el que se proclamaba a viva voz la necesidad de dividir a los ecuatorianos entre buenos y malos.
Al parecer esto funcionó de maravilla en los procesos eleccionarios que tuvimos durante 10 años hasta que reaccionamos para detener esa infamante práctica mediante la reconstrucción de la paz perdida. Aparentemente, se había logrado, pero no ha sido así, vinieron a restablecerse esas malas artes, inclusive en personas muy cercanas a la imagen de valentía y buena ética y esto sorprendió a muchos. Perdieron la imagen los candidatos que no debían hacerlo y nos arrastraron a nosotros en ese resultado. ¿Quiénes perdieron? ¡Todos perdimos! El respeto mutuo debe de ser el respaldo de lo que decimos de ahora en adelante, porque de no hacerlo, daremos pábulo, sin quererlo, para que vuelvan aquellos que no les conviene el buen trato entre ecuatorianos para comunicar nuestras ideas. Mi reconocimiento al General Paco Moncayo.