El cuerpo con los años se desgasta, entonces aparecen las lesiones, los dolores y desde la consulta se prescribe intervención quirúrgica. Se prepara al paciente y llegado el día este entra al hospital como alma en pena. La semana que pasé antes del dolor y luego se superaron por la atención eficaz y buena, alto profesionalismo de las enfermeras y demás personal hospitalario que saben entender los sufrimientos del enfermo. La maquinaria para el efecto quirúrgico me atrevería a decir, lunar. ¡Qué maravilla! Eso , más un buen cirujano. Si eso está bien, los hombres de fe no exentos de solicitar ayuda divina vamos a la capilla del HCAM y, ¡oh, sorpresa! Por poco está se ve convertida en una bodega, ahí están apiladas unas maderas, cierto es que hay un crucifijo, también el cuadro de la Dolorosa del colegio, pero qué descuido y desaseo, cuando yo subí deben haber habido unas tres personas orantes que pedíamos al Todopoderoso que nos proteja ¡Cómo no se va a protestar por esto, como no pedir ayuda a la curiaara que haya un sacerdote y un adecentamiento de la Capilla del hospital.