Casi a diario se producen terribles flagelos en viviendas y pequeños comercios en sectores populares sin que los afectados puedan resarcir sus pérdidas, agravando su situación, pese a que por este medio ya se ha hecho sugerencias de que se considere seriamente la posibilidad de reimplantar el seguro general contra incendios que implicaría una prima de 10 a 20 centavos por usuario, pues en ciertos casos, el Estado debe invertir en reponer las viviendas, pero no se da una solución legal obligatoria y permanente para cubrir los constantes siniestros, con este sistema se propiciaría la regularización del servicio de energía, vulnerado por la informalidad que produce pérdidas no técnicas, debido al hurto de energía, que ocasiona el crónico desfinaciamiento del sector eléctrico, especialmente en la Región Litoral.