¡Sean fecundos!

Génesis 1.26, 27, 28: “Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…”. Y creó Dios al hombre a su imagen… A imagen de Dios lo creó… Macho y hembra los creó… Dios los bendijo, diciéndoles: Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla”… -Mandato, principio y fundamento de la humanidad. ¿Soberbia o ignorancia cambiarán esto? Responde Miguel de Unamuno: “Si creo en Dios… es porque se me revela, por vía cordial, en el Evangelio y a través de Cristo y de la Historia…”. -Ciertos desatinos y aberraciones humanas están acogidos, en moral superficial y neutral, en medios de publicidad sensacionalista y leyes de compromiso político, eco de tendencias que tienen como bueno lo que, en moral cristiana, no lo es. En suma, la esterilidad del egoísmo, arrogante, desplazaría al mandato de “fecundidad humana”, de cuerpo y alma, ¡única realización humano-divina del hombre!

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